39 Semanas de embarazo

Al final de tu embarazo, te puede molestar un flujo poco espeso. A veces incluso es acuoso, por lo que podrías pensar que rompieron las aguas. Afortunadamente, existe una clara diferencia entre el flujo liquidoso y el líquido amniótico. El líquido amniótico sigue fluyendo contínuamente. Si te levantas y andas, sientes que pierdes líquido amniótico sin parar. El flujo es más mucoso que el líquido amniótico y seca en color blanco. Líquido amniótico seco no es visible.

Tu hijo ahora mide unos 49 centímetros y pesa cerca de 3.300 gramos. Porque es tan ‘grande’, le queda poco espacio para moverse. También los riñones de tu bebé están completamente desarrollados ahora. Sin embargo, siguen siendo muy vulnerables. La sal, por ejemplo, es fuera de la cuestión. Hasta que tu bebé no cumpla su primer año, se debe evitar la sal en sus potitos. A saber que los riñones se sobrecargarán por eso.

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